El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, señaló ayer en cadena nacional la más absoluta ausencia de actuaciones de la derecha venezolana y de gobiernos extranjeros para derrocarlo. Las violentas agresiones de los sectores de la ultraderecha extrema que han tenido como objetivo amenazar la estabilidad del sistema democrático (tratando de imponer su agenda por encima de la voluntad revolucionaria y popular) han brillado por su ausencia en todo el día. Vinculado al mismo tema, el presidente Maduro señaló la nula injerencia del gobierno de los Estados Unidos de América en el mismo período. La reacción de los diferentes actores ante un comunicado de semejantes características, no se hizo esperar.
"Debo decirlo con la firmeza aprendida del Comandante Chávez: en las últimas 24 horas nadie intentó dar un golpe de estado. No apareció ni siquiera una guarimba, nadita. Pareciera que la ultraderecha reaccionaria y el gobierno de Estados Unidos hubieran desaparecido todo este día. Es por eso que he dado la orden inmediata de desmovilizar a los efectivos de nuestra patriótica Fuerza Armada Nacional Bolivariana, acción que nos permitirá enfrentar esta nueva situación revolucionaria. Es lo que nuestro Comandante Eterno hubiera querido", señaló Maduro en la parte medular de su discurso.
Las voces a favor y en contra, locales e internacionales, no se hicieron esperar. Henrique Capriles, uno de los principales líderes opositores, señaló en su cuenta de Twitter: "Que no venga Maduro y sus enchufados a decirnos lo que estamos haciendo o no. Cállese la boca y váyase en silencio". Desmintiendo la información brindada por el mandatario venezolano, el Padre José Palmar (conocido sacerdote antichavista) tuiteó: "Le digo a Maduro, a Diosdado y al Gral. Padrino: yo José Palmar sacerdote y periodista me declaro CONSPIRADOR y GOLPISTA. Y qué?" En tiendas del oficialismo Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, señaló sobre el mismo tema también en la red del pajarito: "PALANTE PRESIDENTE MADURO. ESTAMOS RESTEADOS por NUESTRO GOBIERNO CHAVISTA REVOLUCIONARIO y ANTIIMPERIALISTA ¡Cuente con su pueblo!".
La prensa tampoco permaneció al margen de esta trágica situación. La cadena de televisión independiente Telesur publicó en su página web: "El Benemérito Proceso Revolucionario en estado de alerta. Nicolás Maduro denuncia la no intromisión de la ultraderecha en intentonas golpistas, en las últimas veinticuatro horas". Como contrapartida, en un recuadro muy pequeño (casi invisible) agregó: "Diosdado Cabello apoya a Maduro, todavía". Por su parte UMT, periódico opositor del estado de Zulía, tituló en su portada: "Maduro desconoce lo que está haciendo la oposición, muajajajajaaa".
El estado crítico que vive hoy la nación caribeña no fue indiferente para los países de la región, y así lo demuestran los medios de toda América. El periódico argentino Clarín señaló lo siguiente: "La nueva situación en Venezuela empuja a la basura K al barranco" mientras Página 12 reseñó en su tapa: "Los gorilas golpistas se van de Venezuela y vienen por Cris". En Brasil, Folha do Sao Paulo publica una entrevista a Dilma Rousseff quien, muy atenta a la situación, declaró con firmeza: "Venezuela está no Caribe, não na América do Sul. Não é verdade?".
En Uruguay el tema también generó diversas opiniones. El periodista especializado en Venezuela Graziano Pascale escribió en su cuenta de Facebook: "Lo del mal imitador de Chávez ya roza lo ridículo. Sale a decir alegremente que no hay ningún intento de golpe de estado y sus amigos del FA lo aplauden. ¿Qué sigue? ¿A quién va a apoyar Valenti ahora?". Por otro lado, pero en la misma línea, el senador nacionalista Luis Lacalle Pou escribió en la red de microblogging: "Vergüenza, tristeza, desazón. Duele el silencio cómplice de un gobierno que no nos representa ante la ausencia de un golpe de estado en Bolivia. Citaremos a Almagro, si lo encontramos". Finalmente, un comunicado del Secretariado Nacional del Frente Amplio señala el apoyo al gobierno democráticamente electo de Nicolás Maduro en este momento difícil, condena la no injerencia exterior en asuntos internos venezolanos, aspira a un diálogo con la oposición que permita volver al camino anterior y pide que se quieran mucho.
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