Tras varios meses de investigación periodística este medio pudo determinar, con escaso margen de error, que la Dra. Graciela Bianchi forma parte de un plan estratégico de desprestigio del Partido Nacional, orquestado desde la propia cúpula del Frente Amplio. La maniobra, originalmente dirigida al Herrerismo, consistía en darle visibilidad pública y mediática a la docente, pasarla a las filas del sector liderado por Luis Lacalle Pou en medio de un enfrentamiento con el gobierno y una vez ubicada en filas del sector nacionalista realizar declaraciones que, lejos de colaborar con sus nuevos correligionarios, provoca una sumatoria de dolores de cabeza. El inesperado triunfo de Lacalle Pou en las internas le brindó un sorpresivo plus al proyecto desestabilizador del oficialismo, colocando a Bianchi en un lugar de privilegio. La dirigencia nacionalista se llamó a silencio, aunque extraoficialmente reconocieron que el comando de campaña está tratando el tema seriamente.
El primer paso de la "Operación Perdón" (ese era el nombre clave de la maniobra) lo dio el Director General de Secretaría del Ministerio de Educación y Cultura, Pablo Álvarez, subiendo el video de una hasta entonces desconocida directora del liceo Bauzá a su cuenta de Facebook, en el año 2011. El meteórico ascenso de Bianchi en la escena nacional es más que conocido, llegando en menos de dos años a integrar el staff permanente del prestigioso programa de debates Esta Boca es Mía. Ese mismo año, la ahora popular figura política uruguaya anunció su respaldo al entonces precandidato Luis Lacalle Pou. El segundo paso de la "Operación Perdón" se había logrado.
Según fuentes cercanas al grupo de trabajo encargado de esta operación, la tarea de Bianchi dentro del Partido Nacional no tenía líneas demasiado definidas: "le dijimos que hiciera lo de siempre: ser autorreferencial, dar su opinión como verdades absolutas y después de saber que el slogan de Lacalle era Por la Positiva, le pedimos que recorriera el camino inverso. Hasta ahora no ha fallado en nada...", concluyó.
En el Frente Amplio oficialmente nadie reconoce la existencia de este operativo pero abundaron las sonrisas cómplices que, por rigor periodístico, no podemos decir que con ello están aceptando estos hechos como reales. Algo similar ocurre en el Partido Nacional, mientras oficialmente niegan cualquier actitud negativa de Bianchi y le brindan su más ferviente apoyo, fuentes cercanas al candidato a la presidencia nos hicieron saber que iniciaron una investigación "discreta" que permita establecer si esta investigación tiene algún sustento o no: "es demasiado razonable la idea como para dejarla pasar", señalaron.
Seguiremos informando.
