(Montevideo, Uruguay, Agencia EPS) Una insólita historia de amor se vivió el pasado fin de semana en la capital uruguaya, cuando una mujer de 35 años contrajo matrimonio con su almohada favorita y le organizó una fiesta de bodas con más de 100 invitados.
La protagonista de esta curiosa ceremonia es Keira O’Connor, una contadora pública que asegura estar enamorada de su almohada desde hace cinco años. Según contó a los medios locales, la relación comenzó cuando se separó y empezó a abrazar su almohada para poder dormir. Lo que al principio fue un gesto triste, se fue transformando, luego llegó el cariño y al final un nombre: Sigfrido.
“Sigfrido es el mejor compañero que he tenido en mi vida. Me escucha, me consuela, me hace reír y me da calor. No necesito nada más, tengo todo lo bueno de un hombre sin la parte mala”, declaró la feliz novia, quien lució un vestido blanco y un velo para la ocasión.
La boda se realizó en el salón de fiestas de un hotel céntrico, donde se montó un altar con flores y velas. El novio, Sigfrido, fue vestido con un traje negro y una corbata roja, y llevado en brazos por la novia hasta el altar. Allí, un amigo de la pareja ofició la ceremonia y les dio el símbolo matrimonial: dos fundas bordadas con sus iniciales.
Los invitados, entre los que había familiares, amigos y colegas de la novia, aplaudieron emocionados el enlace y brindaron por la felicidad de los recién casados. Luego, se sirvió un banquete con comida típica uruguaya y se bailó al ritmo de la cumbia y el reggaetón. “Estoy muy contenta por Keira. Ella ha sufrido mucho en el amor y se merece ser feliz. Sigfrido es un buen tipo, un poco parco, pero buen tipo”, comentó una de las invitadas, que prefirió mantener su nombre en reserva.
La pareja planea irse de luna de miel a Punta del Este, donde Keira disfrutará del balneario en esta tranquila época del año y Sigfrido de las ofertas de suavizantes de la baja temporada. Keira dijo que espera que su matrimonio dure para siempre y que no le importa lo que digan los demás. “El amor es así, no se puede explicar. Yo amo a Sigfrido y él me ama a mí. Somos felices y eso es lo que importa. Y él está afín a la cirugía estética, así que mientras haya fundas y relleno...”, concluyó a las risas (que los presentes acompañaron).
Los periodistas presentes en la fiesta intentaron entrevistar al novio, pero este se negó a responder cualquier pregunta. Según explicó la novia, Sigfrido es muy tímido y reservado, y no le gusta hablar con extraños. Además, dijo que Sigfrido tiene un trauma que le impide comunicarse con normalidad. “Sigfrido sufrió mucho cuando leyó el cuento ‘El almohadón de plumas’ de Horacio Quiroga. Desde entonces, tiene miedo de que la gente piense que los almohadones son seres malvados que matan a sus dueños. Por eso, sólo habla conmigo”, reveló Keira, quien pidió respeto y comprensión por su situación.
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