lacalle larraFestejos, promesas, desazón, discursos, abrazos, transmisión en calidad VHS en el camino hacia la era digital, entrevistas, anuncios, carrera por quién mostraba el primer sobre de votación abierto, análisis de las empresas consultoras tratando de justificar por qué le erraron, son eventos que ustedes ya vieron, hasta el aburrimiento, el domingo 1° de junio y los días siguientes (con el agravante de que dicho aburrimiento llegó seguramente el mismo domingo). Sin embargo, muchas otras cosas ocurrieron que los grandes medios, deliberada o inconscientemente, ignoraron. Es el objetivo de este espacio subsanar, aunque más no sea en parte, esa deficiencia manifiesta de todos los canales de TV, radios, publicaciones y portales informativos, buscando así llegar hasta la verdad profunda de ciertos hechos que (en el mejor de los casos) fueron mencionados de manera liviana, y que efectivamente ocurrieron en las distintas tiendas partidarias.

Jorge Larrañaga – Finalizado el acto electoral y conocidos ya los resultados, Larrañaga dio un discurso emotivo, vibrante, lleno de metáforas y aforismos... que casi nadie comprendió a cabalidad. Muchos se quedaron con parte del mismo, especialmente con el hecho de que subiría "por última vez" las escaleras del Directorio del Partido Nacional, entendiendo que eso significaba una renuncia a cualquier cargo electivo. Un error, un tremendo error. Lo que nadie vio (o quiso ver) es que esta frase, reproducida fuera de su contexto, induce a una gruesa equivocación. En efecto, si consideramos todo lo que el Dr. Larrañaga dijo textualmente: "Voy a subir por última vez las escaleras del Directorio del Partido Nacional para darle un abrazo (a Lacalle)", queda absolutamente claro que el Guapo lo que no piensa hacer más es subir la escalera del directorio nacionalista para saludar a un Lacalle, y no otra cosa.

La conclusión anterior sirve también como explicación a otro de los puntos altos de su discurso: "Voy a elegir la trinchera desde donde luchar. Exclusivamente yo". Contundente y simple: si Lacalle Pou gana las elecciones nacionales de 2014, la candidatura presidencial de Larrañaga dependerá de lo que haga Lacalle de Herrera en 2019 y, a partir de 2034, de lo que haga alguno de los hermanos Lacalle Ponce de León. Nada más, ni nada menos.

Tabaré Vázquez – Que estuvo mal en dar un discurso presidencial, que estuvo bien en hacerlo, que no mencionó a Constanza, que no abrazó a Constanza, que sí la abrazó pero a un costadito y casi nadie lo vio. En esos temas se concentraron los minutos de radio y televisión, los litros de tinta y muchos millones de bytes. Sin embargo, el punto más trascendente de la exposición del candidato del Frente Amplio pasó por otro lado que nada tiene que ver con lo anterior: una tablet para cada jubilado y pensionista del Uruguay. ¿Por ser una medida demagógica? ¿Por intrascendente en un momento tan importante? ¿Por prometer entregar algo cuyo uso no está claramente definido? No, no y no. Una rápida encuesta, realizada por una conocida consultora (inmediatamente después de los anuncios de Vázquez), determinó una abrupta caída de sus posibles votantes entre 18 y 25 años, franja etaria en la que la opción "No voto a un tipo que quiere que les enseñe a mis abuelos a usar la tablet", obtuvo un 93% de respuestas afirmativas. Según fuentes cercanas al candidato, se intentará corregir el error y en los días posteriores al mundial se dejará constancia de que los dispositivos se entregarán con un curso de manejo incluido.

Pedro Bordaberry – Lacalle Pou colocó al candidato de Vamos Uruguay en una situación incómoda, al punto tal que existe un temor considerable por su salud mental, y de eso los medios no dijeron ni media palabra. ¿Qué ocurre? Día a día, acto a acto, proclama a proclama, Bordaberry tendrá que desdoblarse en dos: deberá presentarse como la joven renovación política cuando se refiera a Vázquez y ser el candidato experiente y probado cuando deba enfrentar al presidenciable blanco. Si unas internas que ganó desde antes de empezar la campaña lo llevó a tener que tomarse unos días de descanso, no quieran imaginarse lo que quedará de Pedro a fines de octubre. Reiteramos, es un hecho que su salud mental está en peligro, pero parece que eso a nadie le importa.

Lacalle Pou – Discurso conciliador hacia adentro y de construcción hacia afuera, un candidato joven, familiero y coloquial. "Todo paz y amor", concluyeron los polítologos consagrados... ¡Minga paz y amor! Si realmente Lacalle Pou es el representante del flower power del siglo XXI, ¿cómo se explica que, pocas horas después de conocidos los resultados, un monarca de 76 AÑOS abandone el poder en favor de un joven de CUARENTA Y TANTOS? ¿Casualidad? ¡Por favor! No pueden considerarnos tan ingenuos. Esta, sin dudas, fue una maniobra macabra de quien dice estar por la positiva.

Pablo Mieres – Seguiremos informando.



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