mr musculo(Punta del Este, Agencia EPS) En una entrevista exclusiva concedida a nuestra agencia durante su licencia laboral en la costa este del Uruguay, el famoso personaje de los productos de limpieza, Mr. Músculo, no deja pregunta sin contestar ni duda sin aclarar. Más allá de que es nuestra forma de trabajo habitual, queremos resaltar que hemos sido sumamente cuidadosos de transmitir, lo más fielmente posible, las expresiones del entrevistado (quedando a cargo de cada lector sacar las conclusiones que mejor entienda).

Agencia EPS – Debe ser importante llegar al descanso anual, después de un 2012 cargado de tareas y críticas. Desde ya gracias, Mr. Músculo, por hacerse un tiempo para esta entrevista…

Mr. Músculo – En absoluto debe agradecerme, señora. Mi misión es colaborar con su tarea y hacerla más sencilla, aún en mis vacaciones.

EPS – Soy señor, pero no es lo importante. Lo que sí importa es aclarar cómo, cual Charles Atlas, usted pasó de ser "un alfeñique de 44 kilos" a este corpulento señor de un metro noventa que es actualmente. Existen versiones que hablan de un exceso en el uso de esteroides…

MM – Disculpe señora, pero no puedo permitir que esa mentira se siga propagando. El mito del abuso de esteroides es una ignominia creada por CIF para desprestigiarme. El crecimiento de mi masa muscular y de mi tamaño es producto de miles de horas de ejercicio y de colaborar con las damas que necesitan ayuda con la limpieza difícil. Y sólo en casos excepcionales he tomado algunas píldoras, pero quiero dejar en claro que, en muchos países del mundo, son consideradas vitaminas…

EPS – Sigo siendo señor… Y disculpe que, además, sea un señor de preguntas molestas: ese traje ajustado que usted utiliza desvela, o al menos sugiere, una atrofia testicular que, perfectamente, puede ser consecuencia del uso de esteroides, ¿no?

MM – Nada es molesto para Mr. Músculo, señora. Dejaré de lado alguna oscura intención suya que la lleva a mirar para donde no corresponde y le aclararé que no debe confundir pequeñez con apretado. El traje es muy ceñido al cuerpo y prácticamente no cede. Puede estar segura de dos cosas: no es un problema de tamaño y probablemente me vaya de este mundo sin dejar descendencia (se ríe).

EPS – Aclaro por última vez: soy señor, nene, varón, masculino, pito. Y ya que estamos en el tema, ¿no siente que su personaje tiene una actitud sexista llegando al baño o a la cocina  para auxiliar a la mujer que es la única que hace la tarea de la casa?

MM – Esa es su interpretación, estimada señora. Otras personas podrían pensar que yo sólo voy en auxilio de damiselas en apuros, por la sencilla razón de que los hombres no necesitan de mi apoyo. Y aun en esas circunstancias, yo soy el auxilio de la limpieza difícil de la dama, estoy a su servicio y subordinado a lo que ella determine. No veo lo despectivo, madame…

EPS – Cambiando un poco de tema, ¿hay una señora Mr. Músculo? De ser así, ¿cómo se llama?

MM – Todas las mujeres del mundo, usted incluida, son las mujeres de Mr. Músculo. Mi misión en la vida es complacer a todas a través de la ciencia de la limpieza difícil. Y como no hablamos de una sola persona, Sra. de Mr. Músculo sería un buen nombre, ¿no?

EPS – Dos últimas preguntas: ¿Por qué sus productos combaten sólo el 99,9% de virus y bacterias? ¿No pueden con el 0,1% restante? Y la otra: ¿siempre tiene esa voz, mezcla de superhéroe y locutor de FM?

MM – Disculpe, estimada señora, pero es mi obligación ayudarla también con las cuentas difíciles: fueron tres las preguntas y no dos. Y le respondo, como con la limpieza difícil: Yo combato con eficacia a virus y bacterias, pero no sé si usted sabe que los virus y las bacterias son animales muy, pero muy chiquititos (quizás sí lo sabe porque perfectamente puede tener un libro de biología en el baño o en la cocina, para cultivarse). Hemos calculado (en nuestros laboratorios de limpieza difícil), cuántos virus y bacterias pueden esconderse de mi acción por su tamaño, y en los casos más pesimistas nos dio ese 0,1%. Y con respecto a mi voz, no noto nada extraño en ella, la encuentro dulce y natural (y a las mujeres les encanta, ¡me sorprende que a usted le resulte rara!).

EPS – Muchas gracias, Mr. Músculo.

MM – De nada, ¡debo irme! (se retira de la entrevista corriendo).

Seguiremos informando.


 


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