godinEn un esfuerzo que conoce de miles de antecedentes, y a pesar de un fuerte operativo de seguridad que rodeaba la localidad montevideana de Jacksonville, logramos acceder a la ceremonia de casamiento de nuestro capitán, Diego Godín. La siguiente es una crónica de nuestro reportero estrella, que relata el minuto a minuto de la jornada que presumimos fue la más importante de la joven pareja, y que compartimos con ustedes (lo que resulta una obviedad, pero había que darle sustancia a este copete).

5:30 - Me levanté, fui al baño.

5:31 - Sigo en el baño.

5:32 - Sigo en el baño.

5:33 - Me vuelvo a acostar (es muy temprano) con el convencimiento de que me voy a saltear, en esta crónica, los minutos en los que no pase nada. Lamentablemente no voy a poder cumplir con la premisa del título por lo largo y aburrido que quedaría, 1.440 párrafos. Sepan disculpar.

10:20 - Asisto a la llegada de Antoine Griezmann al aeropuerto de Carrasco. Después de atender amablemente a un grupo de fanáticos que le pidieron autógrafos y a la prensa, fue trasladado por el presidente de Peñarol, Jorge Barrera, al Campeón del Siglo. Koke, Juanfran, Arias y el presidente del Atlético, Enrique Cerezo, que venían en el mismo vuelo que el francés, se tomaron el 724 de Copsa rumbo a Jacksonville.

13:30 - Almuerzo frugal en un carrito del kilómetro 16 de ruta 8, siesta incluida en la plaza. Poco tiene que ver con Godín y Sofía, pero había que poner algo antes del comienzo de la ceremonia. Mucho tiempo al pedo.

19:04 - El dispositivo de seguridad es implacable. De todas maneras logro eludir el primer filtro con el viejo truco de dar un nombre incomprensible y decir que el de atrás tiene mi tarjeta. Entré sin problemas.

19:05 - No había forma de saber que mi fantástica maniobra dejaba afuera a un tío abuelo de Godín. Me agarran enseguida, al grito de “te vamos a sacar a patadas en el culo”. Gracias a las gestiones de Darío Rafael Cotelo, el vaticinio no se cumplió. Sí me echaron, pero sin la parte de poner una sucursal de Toto en mis posaderas.

20:08 - El suculento viático recibido por este portal para cubrir el evento me obliga a no desanimarme e intentar ingresar a la fiesta como sea. Lo logro de forma muy sutil e imperceptible: me hice pasar por “plomo” de Agustín Casanova, transportando un violín. Un éxito.

21:00 - Ingresan los novios al hotel. Se ven felices y radiantes... hasta que se acercaron a la mesa principal de los Herrera, donde me había ubicado diciendo que era un primo segundo de Godín y que terminé ahí por error. Cuando comenzaron los saludos, desaparecí. Me crucé con Griezmman en la barra discutiendo con el barman que no le quería servir otra copa. El francés repetía una y otra vez “Dale, servime otra, ¿o mi plata no vale?”

23:06 - ¡Se picó la fiesta! El DJ tuvo la feliz idea de incluir canciones alusivas a Nacional y Peñarol. De un lado Suárez con Godín, del otro el Pepe Herrera con Griezmman y de un tercer lado Cotelo, transformaron el salón en un reparto aéreo de canapeces y vasos. Una oportuna maniobra del DJ (poniendo “Cielo de un solo color”) logró que el episodio no superara el 0,3 en la escala Bar Michigan.

23:32 - Llegó el momento alto de la fiesta: el lanzamiento del ramo de la novia. Sofía tira las flores hacia atrás sin mucha dirección, las mismas van a dar a los pies de Griezmman que, sin dejarla picar le pega un derechazo fuerte. Muslera intenta atraparlo (para una jovencita que estaba en su mesa) pero se le escapa y termina en las manos de una mesera que pasaba por atrás. Todos festejan y aplauden, menos Griezmman.

00:13 - Arranca la pachanga. Clásicos trencitos al son de la Conga de Katunga con cotillones varios. En este momento los puntos más altos se lo llevan un Antoine desacatado con la corbata atada en la cabeza cantando “soy celeste” y una fantástica imitación de Freddie Mercury a cargo de Luis Suárez cuando pasaron “We are the champions”. Una pena no poder sacar una foto, porque donde te vean asomando un celular la seguridad te lo transforma en supositorio en cuestión de segundos.

03:25 - La fiesta va llegando a su fin. Quedan sólo un grupo de amigos que le reclaman un par de goles a la pareja (no lo entendí, debe ser algo vinculado al argot futbolero), Griezmman y el Rafa Cotelo cantando a toda voz “El loco de la estación” en un rincón y este cronista que debe desaparecer antes de que se den cuenta. Lo logro.

06:00 - Empiezo a escribir esta crónica. Paro y voy al baño.

06:01 - Sigo en el baño.

06:02 - Sigo en el baño.

06:03 - Sigo en el baño.

06:04 - Sigo en el baño.

06:05 - Salgo del baño, terminó de escribir esta crónica y la envío por mail. Me acuesto feliz por el deber cumplido.

Seguiremos informando.




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